La ONU comunicó que tenemos 12 años antes de que los daños que le hemos hecho a la Tierra sean irreversibles, es decir, aún hay esperanza siempre y cuando en lugar de paralizarnos por el miedo actuemos y les enseñemos a nuestros hijos a vivir con respeto al medio ambiente.

¿Cómo hacerlo? Aquí te aconsejamos algunas formas sencillas de hacerlo, pero que requieren constante práctica para que se vuelvan parte de nuestros hábitos. Están pensados para tus hijos, pero tú también puedes hacerlo y contribuir.

Consumo responsable. A veces para mantener a nuestros hijos tranquilos y evitar berrinches solemos comprarles casi todo lo que nos piden: juguetes, revistas, dulces, ropa (cuando tienen suficiente). Prácticamente todo lo que compramos se convierte en basura más tarde que temprano. Los juguetes son olvidados en un rincón, las revistas empiezan a formar pilas y pilas de papel y los dulces además de que dañan su salud producen basura.

No decimos que no les compres absolutamente nada, sino solo lo necesario y hazles saber que ese dinero que están ahorrando pueden utilizarlo en una salida de fin de semana que será más divertida y satisfactoria.

Cada gota de agua cuenta. Enséñales a usar con responsabilidad el agua. No deben pasar horas en el baño y no deben mantener el grifo abierto cuando se lavan. Si les enseñas desde pequeños harán de esto un hábito y ni siquiera pensarán que se debe hacer de forma diferente. Además, enseña con el ejemplo: no se te ocurra limpiar la acera con agua, para eso existen las escobas. Y también tú usa responsablemente el agua cuando te bañes o laves.

Adiós plástico. Seguro ya lo oíste hasta el cansancio, pero te lo volvemos a decir: no uses plásticos. En lugar de que tus hijos compren botellas de agua en la escuela, ponles un vaso con su nombre para que tomen de los garrafones que seguro hay en su escuela. Con esto ahorras dinero y contribuyes a cuidad el ambiente. Compra vasos, platos y cubiertos que plástico que sean reusables durante muchas veces, de esos que son más sólidos, para las fiestas infantiles o reuniones.

Acostúmbrate a pedir en los restaurantes vasos sin tapa ni popote, no hay nada de malo en beber directamente de estos y así evitas la basura que los popotes y las tapas producen. Esto se convertirá en una costumbre en tus hijos y aprenderán a que por su parte no pidan estos utensilios.

Reutiliza cuadernos y demás útiles escolares. Casi siempre acaba el curso escolar y los niños dejan cuadernos con muchas hojas, ¡úsalas para el siguiente ciclo! y explícales a tus hijos por qué es importante hacerlo. Reutiliza gomas, sacapuntas, lápices y colores. Habla con los profesores y coméntales que en lugar de imprimir, prefieres que tus hijos dibujen los trabajos o utilicen recortes de revistas que tengas en tu casa, esto no solo ayuda a cuidar el ambiente, sino que despierta su creatividad. El maestro debe entenderlo y aceptarlo.

Luces y TV apagados. Si no se usan, deben estar apagados tanto luces como aparatos electrónicos. A veces los hijos solo tienen la TV encendida para tener ruido a su alrededor y ni siquiera la están viendo, enséñales que solo debe estar encendida si la van a ver. Lo mismo sucede con los celulares y tabletas: deben estar conectados a la energía eléctrica solo el tiempo suficiente para que se carguen, no más.

Hay muchas cosas más que puedes enseñarles a tus hijos para que sean unas personas con conciencia ambiental, infórmate y empieza ya, pues enseñándoles desde pequeños puedes fomentarles una vida respetuosa con el medio ambiente. ¡Manos a la obra!